La semana pasada me llamaron de la Delegación de Educación para comunicarme que para que me concedieran el permiso de lactancia (al que voy a optar en forma de cuatro semanas sumadas a mi permiso de maternidad de 20 semanas) tenía que entregar un nuevo documento. Todavía no lo tengo en mis manos, pero es un compromiso que debes firmar que viene a decir que si después de estas semanas de permiso pides excedencia o un tiempo sin retribución, parte de ese permiso de lactancia te lo quitan. Según lo que le han dicho a mi apañadísima compañera administrativa del instituto, que me está ayudando con el papeleo, me restarán tres días de sueldo. Según otras voces, serán más. No entiendo por qué, pero así es.
Por esto me he enterado que mi permiso de maternidad, sin las semanas adicionales de las que soy afortunada de disfrutar, terminaría este viernes. Para muchísimas madres españolas así es, son 16 semanas. Muy poco tiempo.
Si me tuviera que incorporar el viernes, me tendría que dejar a una bebé aún muy pequeñita, que se alimenta de mí sin horario fijo y a casi todas horas, que está resfriada y que necesita a su mamá muchísimo. La tendría que dejar en la guardería (donde, por otra parte, no dudo que estaría bien atendida) porque sus dos abuelas también son mujeres trabajadoras. Volvería al trabajo con un nudo en la garganta; ahora mismo solo de pensar que podría ser así ya lo tengo.
El otro día en uno de mis momentos psicópatas de búsqueda en google ("gripe A en bebés") encontré las recomendaciones que dieron a la ciudadanía en 2009. A las madres que daban el pecho les recomendaban prolongar la lactancia. No sé cómo lo iban a poder hacer las madres trabajadoras. Muchas mujeres hacen malabares para encontrar tiempo y sacarse leche y dejarlas a sus bebés. Pero no es lo mismo. Me consta que a mi pequeña con su resfriado eterno, le ayuda que yo le dé de mamar. Si volviera el viernes...
Posiblemente, encima, si volviera el viernes, sería yo la que me sentiría ahogada literalmente por un fuerte sentimiento de culpa.
Esto no puede ser.