lunes, 30 de diciembre de 2013

Propósitos para el 2014

Propósitos de mamá piofaurio para año nuevo:

1) Pasar todo el curso de mami, sin incorporarme a trabajar cuando me toque. Porque soy una suertuda y lo puedo hacer. Merecerá la pena y en septiembre llevaré a la peque no tan peque a la guardería. Más que un propósito es una decisión.

2) Hacer más cosas con mis niñas, cuando "Tictoria" deje de ser una niña a una teta pegada. Ir a sitios chulos, que diría "Toshía", tales como parques, el campo, la parte infantil de la biblioteca, el refugio del burrito (con mi sobrina también, se lo debo, ya sabes Rosa), etc.

3) Controlar mis enfados, mis palabras, mis malos pensamientos en algunas ocasiones (muy concretas).

4) Ser más capaz de expresarme hablando. Por escrito no solo no tengo problemas, sino que puedo inundar con  cartas y mensajes a mis seres más cercanos.

5) Organizar una nueva edición del "Solirock" con mi amiga Esther (tenemos que ir hablándolo)

6) Ponerme a dieta en abril. ¿Por qué en abril? Porque, si la lactancia sigue bien, será cuando ya deje de ser exclusiva y se supone que no tendré este hambre horrorosa (me engaño a mí misma, yo siempre tengo un hambre horrorosa, si no es por una cosa, es por otra). ¿Por qué a dieta? jeje, por gusto no.

7) Reactivar, con las niñas como ayudantes, el huerto de la Yeya. Este propósito es un poco difícil de cumplir, es un poco ciencia ficción, pero bueno. Primero, porque no tengo ni idea de huertos y asuntos del campo y segundo, porque la primera vez que de entre la tierra asome un bicho abandonaré la tarea (y si es un ciempiés ni te cuento). A lo mejor tengo suerte y solo hay tierra y hierbecita.

8) Crear álbumes de foto, como hacía antes de ser mamá.

9) Ir pensando, incluso planificando, ideas para el próximo curso en el instituto. Ideas para trabajar por proyectos o darle más importancia a la expresión oral, entre otras cosas.

10) Aprender a portear a la peque en el fular elástico que me he comprado.


No los cumpliré todos, claro, si no no serían auténticos propósitos de año nuevo. Y además, me doy cuenta de que son propósitos solo de aquí al verano. En verano son las vacaciones de verano, ya dejaré aparcados algunos, como el de la dieta (porque ya estaré estupenda y lista para engordar de nuevo) y a partir de septiembre, mi propósito será poder con todo y sobrevivir: niñas en cole, en guarde y yo en el insti, casi ná.
Lo del gimnasio, este año no sé, creo que lo dejo para 2015. Y el inglés lo dejo para cuando las niñas tengan 12 o 13 años, porque el curso pasado lo único que hice del Thatś english fue ponerme la camiseta que regalaban.

Mis deseos, bueno, un poco los de todos: salud, alegría y amor ... Y justicia social y de todo tipo en este país tan maltratado y vapuleado por los mismos que nos gobiernan y dirigen tan rematadamente mal.

¡¡Felicísimo 2014!!



viernes, 27 de diciembre de 2013

Días largos

Días en que lleváis ya varios encerrada en casa, por culpa de algún resfriado traidor y de la consigna de " voy a reservarla hoy también que está el día muy feo"; es decir, varios días seguidos sin guarde. Días en que el papi trabaja mañana y tarde y cuando llega en la tarde noche todas corremos a sus brazos aliviadas: yo porque ya no estoy sola ante el peligro; "Toshía" buscando un progenitor al que no se le haya ido la cabeza; y la peque, la peque nada, porque papá no tiene teta ( aunque debería). Días en que la pequeña, agobiada por los mocos, no me da tregua, y es que ella, sin necesidad de mirar en Google,sabe que hay que beber mucho líquido. Entonces, no hay que perder tiempo durmiendo. Días en que la mañana transcurre plácidamente, con Tosía viendo Caullou y yo pudiendo arreglar cosas de la.casa en los descansos de dar el pecho, incluso comemos estupendamente, pero, a partir de la siesta todo va de mal en peor. Días en los que comes rápido y esperando que en cualquier momento la chiquitilla empiece a llorar o en los que te acurrucas un poco en el sofá, con la mantita, y de fondo escuchas a la enana desperezarse y a la grande con lloriqueos y chantaje emocional tipo: " ven a darme un besitoooo". Días en los que una mandarina desencadena la tercera guerra mundial entre madre e hija y un castigo que se hace largo para las dos. Días en que envidio tremendamente a mi esposo, primero porque viene de la calle, segundo, porque está vestido como Dios manda y no parece un zombie y porque lleva toda la tarde de evaluaciones, con lo que me gusta a mí una buena evaluación. Días que acaban y, ¡¡menos mal!!, vienen noches medio buenas. Y siempre mañana será otro día.

(Esta entrada la escribí la semana antes de las vacaciones de Navidad, que fue de locura, pero la publico ahora ¡¡de vacaciones!!)

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Navidad

Es día 25 de diciembre ( fun,fun,fun), ya de noche, y estoy agotada ( y con el cuello adornado por un collar que me ha fabricado mi sobrina con el juego que le ha traído Papá Noel y que no me puedo quitar sin romperlo). Tan agotada que pienso en Nochevieja con una pereza tremenda. Con lo que me gustan a mí las fiestas de Navidad ( y las fiestas en general). Sin duda tener un ser alimentándose de mí casi todo el rato me quita las energías. La parte buena de esto es la megasonrisa espontánea que me dedica mi peque soltándose de la teta,contenta y satisfecha, o que puedo comer a mí ritmo, ritmo alto, y no engordo, o eso me gusta pensar. "Tosia" por su parte, ha ofrecido en Nochebuena momentos chulos y otro no tan buenos. Saca su genio a pasear y se pone más caprichosa y desafiante. Fue también la protagonista de un desesperante berrinche cuando ya dormiamos, a lo mejor por culpa de comerse dos bombones y luego un mejillón que quedaba en la mesa sin recoger. Pero me quedaré con lo bueno, con su " yo no quiero guacacates", mientras devoraba los aguacates rellenos de mi madre, cómo se ríe cuando juega con su prima y no sé están matando vivas o cantar con ella, con mi madre y con el papa, " Bandido" de Miguel Bosé con un cargador de móvil como micrófono. Y siempre lo mejor, la oportunidad, un año más, de pasar la Navidad disfrutando de la familia. Así que feliz Navidad.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Los bronquiolos

Cuando el pediatra los nombró, me sentí bastante ignorante. Aunque ya he descubierto que no soy la única que no sabe lo que son los bronquiolos y ya se sabe que con esto una se consuela.De algún modo era buena señal, porque quería decir que mi niña mayor nunca ha tenido bronquiolitis, que yo creía que era una especie de bronquitis, pero no. Está enfermedad es una infección de estos tipos, los bronquiolos, que son vías respiratorias inferiores, que en los bebés son muy propensas a verse atacadas por virus que se pasean, por ejemplo, por las guarderías. Mí peque aún no va a la guarde, pero ya se encarga su hermana de traerle los virus en sus mocos. Según palabras textuales de don Salvador ( el pediatra) "tiene el enemigo en casa". La peque ha tenido mocos casi desde que nació ( con su caracteristico sonido de Peppa Pig). El pediatra ya nos advirtió de que había que controlar si empezaba a toser, que se podía complicar y que, además, los mocos le durarían todo el invierno, sí, un panorama muy alentador. Ha estado tres diíllas muy pachuchilla la peque, con carita de triste y ojos vidriosos, sin reír ni charlar y, lo peor, con una respiración horrible: agitada, entrecortada, con pitidos y culminando en una tos profunda y perruna. A consecuencia de todo esto, comía poquito, se cansaba, pero no ha dejado de querer su teta y eso ha sido importante. Los síntomas de que empezaba a estar mejor, que no a estar bien del todo, han sido que volvía a ser un bebé espabilado, alegre, charlatán y hambriento. Es una niña muy comilona, muy demandante, y, después de varios días, como ya he contado, comiendo poquito, recuperó su ritmo.Y entonces eran mis pechos los que no estaban preparados. La teta sigue la ley de la oferta y la demanda y en esos días en que fue menos demandada, se generó menos leche. Nos ha costado varios días recuperar el ritmo de antes de la bronquiolitis, pero se ha conseguido simplemente volviendo a poner a la enana en la teta todas las veces que ella quería, aunque en algunas tomas protestaba porque no salía toda la cantidad a la que está acostumbrada. La caca también ha pasado de ser verde ( ¡¡caca verde no!!) a amarillenta (desde los primeros días de ser mamá aprendí a valorar la caca amarilla). La peque ya va a mejor, aunque aún le dan ataques de tos y sigue con bastantes moquillos. Así que estamos pasando una Navidad muy casera. La más casera en la vida de mamá piofaurio que ella recuerde.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Mis enanas

La peque ya tiene dos meses y, después de un largo día, descansa, como solo los bebés saben hacerlo, en su cunita. La peque es una bebé redondita, a la que dan ganas de achuchar y dar besitos a todas horas. Es simpática y sonríe mucho, sobre todo a su hermanita (sabe que le conviene llevarse bien con ella) y últimamente lo hace agradecida cuando se le cambia el pañal mojado. Cuando estornuda varias veces seguidas, deja escapar un sonidito "ouu" que es lo más bonito del mundo. Ama el arte, al menos el cuadro del amigo del papi que decora nuestro salón o los tapices de casa de los abuelitos. Desde prácticamente los primeros días, levanta su cabeza realizando un gran esfuerzo para mirar a la persona que la transporta o para mirar muy atenta a su alrededor. Adora también las lámparas. Es tranquilita (o la tranquila soy yo, según me ha dicho hoy el pediatra, que Lucía era más nerviosa porque también yo lo estaba y la pequeña más calmada porque yo también lo estoy). Pasa el día en su teta, y así va, cogiendo kilos que da gusto. Es nuestro nenuco ruiditos, ruidos que se perciben mejor en la madrugada. Van desde el crujido o su respiración de Peppa Pig, hasta la frenada de un coche de fórmula uno (de verdad). Su olor a bebé, su ternura, sus miradas, hacen que su mamá, osea yo, pierda la cabeza por ella y olvide por un momento todo lo trabajoso que tiene la maternidad estos primeros meses.

Mi piofaurio cumplirá en febrero tres añitos, cómo pasa el tiempo. No fue un bebé regordete y ahora es una niña espigadita. Guapísima. Sus ojos son deslumbrantes. "Toshía", así se autodenomina ella, tiene un carácter fuerte y siempre ha sido muy espabilada. A veces, y sobre todo al levantarse de la siesta, tiene muy mal humor y su palabra favorita es NO y todo es suyo (¡¡MÍO!!) , lo que a mamá piofaurio le hace sentirse mal con la familia o los amigos, pero esperamos que sea solo una fase, los terribles dos años. Le encantan los piofaurios, los tractores o máquinas similares, los vestidos de princesa, los zapatos de feria (tacones), los pitufos, cantar y bailar, el chocolate, los "pumpiaños selis" (los cumpleaños), los bebés... Tiene una voz dulce y expresiva y pronuncia de manera graciosa muchas palabras como el tan nombrado piofaurio, o las pioposas (mariposas) o su pío Pato ( su tito Paco). Posee la capacidad de hacer reir, de sorprender y de emocionar a sus papás. Nos hace reír con sus ocurrencias, como colgarse el bolso, ponerse muy seria junto a la puerta de la calle y decir que se va a "trabasar" con papá; nos sorprendió por ejemplo cuando se subió a un escenario con  su papu, en una cena benéfica llena de gente, para ayudarle a realizar un sorteo y luego cogió el micro y entonó un villancico; y a mí me emociona cuando después de leerle el cuento por la noche o en la siesta, me acurruco un rato con ella, disfrutándola y muertecita de cansancio, y de pronto me coge la cabeza y me da un beso de mamá.


sábado, 30 de noviembre de 2013

Mamá y papá

Para mi niña mayor, que no es tan mayor, las palabras mamá y papá tienen dos acepciones. Por un lado, somos nosotros dos, sus padres, su mamá y su papá. Pero, por otro lado, con mamá y papá podemos denominar a cualquier ente femenino (o no) o a cualquier ente masculino (o no).
Me explico: todo empezó nombrando a los personajes de los cuentos que le leemos por las noches; así la Sirenita era mamá y el apuesto capitán era papá, ¡¡qué ilu!! Mamá podía ser una mariposa, papá otra, "Tossía" (que es ella) otra y así más miembros de la familia o amigos. Nuestra autoestima de padres iba en aumento cuando mamá era, por ejemplo, una presentadora rubia y esbelta que presentaba el telediario y papá era George Clooney (se da un aire, no creáis). Pero, qué va, no era la belleza, al menos no siempre, la que le llevaba a llamar papá o mamá a esas personas o animales. Llegó el día en que mamá era la hechicera gorda y fea del reino de los mares "es una mamá" y papá era Mariano Rajoy, por decir un político feo feo feo, pero no recuerdo seguro si era él.
Desde hace un mes y medio ha incorporado a su queridísima hermana, a la pequeña "Tictoria". El otro día en las ilustraciones de un cuento aparecían unas muñecas rusas, pues su hermana era la muñequita más pequeñita de todas. O cualquier foto de un bebé no es un bebé, sino "una hermana bebé". Así ayer, jugando con una linterna que se me ocurrió prestarle (maldita la hora, porque estuvo a punto de dejarnos ciegos) hacía círculos de luz en la pared y,cuando pegaba la linterna a la pared, el círculo más pequeño era la hermana y, conforme iba separando la linterna, ya aparecía ella, mamá, papá...
Pero bueno, eso no quita que nos sigamos ilusionando cuando mamá es una modelo tremenda que sale en un anuncio de perfumes o papá el galán de cualquier peli. ¡¡Es que hace ilusión!!